King of Harajuku dance rock
Soy Teruki. Es un poco tarde, pero gracias por el 4 de enero en el Budokan.
No supe definir qué era lo que sentía en aquel escenario hasta el final del final. La pausa, el Budokan, lo que le prometimos a Bou, los recuerdos de estos seis años, el lugar que era la meta de aquella persona tan importante para mi y que murió el año pasado, las buenas personas que hemos conocido hasta ahora...se mezclaban toda clase de sentimientos.
La respuesta que obtuve de todo ello después de todo fue que debía hacer el mejor live que pudiera. ¿No es lo mínimo que puedo hacer para devolveros el favor? Quería mostrar cuanto he madurado para que todos pudierais pensar al mismo tiempo “¡Que bien que te hayamos apoyado!”. Y entonces, en el escenario del Budokan, donde todo el mundo me estaba dando ánimos para seguir adelante, quise hacer un concierto del que después no me arrepintiera. Antes del live, antes de subir a aquel gran escenario “que solo se pisa una vez", pensé que aquello era un desafío.
Cuando el concierto empezó y estaba haciendo lo posible por mantenerme firme en el escenario, podía ver bien las caras de todos, y pude tocar a mi manera con todas mis ganas. Pensé que no os vería bien por la distancia, pero fue increíble. Podía veros a todos moviendoos y fue muy divertido. Estaba nervioso y a la vez agradecido, me sentí muy bien. Al final de la última canción empecé a llorar, pero ni yo mismo entiendo porque realmente. Las lágrimas afloraron de repente, sin más, alcé la voz y lloré.
Y al final, antes de dejar el escenario, ¿verdad que cantasteis todos? “Smile ichiban ii onna”. Me emocionó mucho. Me sorprendió. Pensé "¿que es esto...?muchas gracias!" De ahora en adelante, trabajaré duro.
Tras el concierto volví al vestuario y, como ya debéis suponer, me sentí muy solo. Porque casi cada día de nuestra vida es An Cafe. Sesiones de fotos, escribir canciones, ir al estudio… antes todo estaba ahí. Cuando nos movemos como An Cafe, nos movemos todos. Y cuando empecé a pensar que habría un parón, por supuesto que me sentí solo. Pero a la par que soledad sentí mucha gratitud. Creo que es un gracias que no dejaría de sonar bien aunque lo dijera cientos de veces. Soy demasiado feliz. Seis años.
Haber podido conocer a An Cafe, es por lo que estoy más agradecido.
El estudio en Ikebukuro fue donde supe de An Cafe por primera vez y donde conocí a Miku a Kanon y a Bou, y también a takuya y Yuuki, a muchos amigos y al staff y, más tarde, a todos los Cafekkos del mundo. Os he podido conocer a cada uno de vosotros.
Me gusta la música y la batería, pero ahora la adoro cien veces más. Y me encanta que alguien disfrute con mi música. Muchos conciertos, muchos viajes, muchas cartas, muchos mensajes y han pasado muchas, muchas cosas…
A través de la música, he entrado en contacto con la gente y he aprendido mucho de esa gente. Aún me queda mucho por aprender. Pero si no hubiera conocido a An Cafe nunca habría llorado ni reído de corazón tanto como lo he hecho. Gracias a que he conocido a An Cafe ahora soy como soy. Lo que me emocionó el 4 de enero fueron los deseos y la pasión de tanta gente que nos ha apoyado hasta ahora.
Seguiremos aquí de ahora en adelante. Pero cada uno madurará a su manera y algún día volveremos, definitivamente. Si quereis, por favor esperadnos.
Meguri aeta kono kiseki wo…*
*Este milagro de conocernos por casualidad....